Monstruoso caso en Quevedo
Un adolescente de 14 años y cuatro niñas de 8, 6, 10, y 12 años, fueron abusadas sexualmente por Reyes Guaranda Beltrán Espinoza de 50 años.
Esta historia de horror y salvajismo ocurrió en la parroquia Venus en Quevedo lugar en que habitaban todos los menores junto a su madre, en una rústica casita de caña.
El malvado hombre era vecino de ellos y fingía una buena amistad con la madre de los menores quien no podía cuidarlos todo el día debido a su pobreza extrema debía salir a trabajar en la venta de lotería y caramelos en el centro de la ciudad, para poderle dar la comida a sus hijos.
Como todo el día la madre estaba ausente, el infame hombre aprovechaba esas horas de ausentismo para abusar salvajemente de los niños no sin antes contentarlos con migajas de comida y como los pequeños son extremadamente pobres soportaban todos estos vejámenes.
Dos de las niñas de 8 y 6 años cansadas de los abusos ingirieron un matamalezas que las envenenó por lo que fueron llevadas inmediatamente al hospital Sagrado Corazón de Jesús en Quevedo y de ahí al hospital Jorge Icaza Bustamante de Guayaquil,
Cuando le hacen los exámenes correspondiente a las menores se dan cuenta de que estas han sido violadas por lo que los galenos inmediatamente conocieron del hecho dieron aviso a las autoridades.
Miembros del Infa y Mies logran contactar a una prima de 16 años en Quevedo quien junto a la tía de las menores Maricela Palma Litardo ponen la denuncia en la fiscalía de Quevedo.
El fiscal Jaime Guerrón tomó la versión de las menores quienes narraron con detalles como habían sido abusadas por el infame hombre al igual que sus hermanos.
Inmediatamente el fiscal solicita al juez la orden de captura contra Carranza quien en varias ocasiones intentó cambiarse el nombre para burlar a la justicia.
En la audiencia de formulación de cargos el fiscal Guerrón, solicito se le impute la pena máxima de 16 a 35 años por cada violación a los menores, y señalo no descansar ni permitir que este sujeto quede en libertad y pague por el daño físico moral y psicológico que ha marcado la vida de estas menores.
Mientras tanto en el barrio donde vivían las menores, vecinos del lugar piden que esto no quede impune y se ayude a los niños que viven una vida de pobreza y miseria.
En la actualidad las niñas están bajo el cuidado del Infa y Mies quienes la ayudan con psicólogos para poder enfrentar este duro momento, ya que al parecer su madre sufre de desórdenes mentales y para colmo se presume que tiene alguna relación sentimental con el violador, aseguró el fiscal y por eso no denunció antes el abuso a sus hijos.
Mientras tanto el malvado hombre permancee detenido hasta que reciba su sentencia.
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