Su rostro ahora está plasmado en nuevas estampillas, calendarios y en las iglesias de Guayaquil. En estos se ve a la santa Narcisa de Jesús en su faceta de catequista. También hay relatos de su vida: nacimiento, consagración, muerte y milagros.Es que la Violeta de Nobol, como se llama también a Narcisa de Jesús, al cumplir hoy un año de su canonización ocupa cada vez más espacio en la devoción de los católicos y en los actos de la Arquidiócesis. Monseñor Antonio Arregui, arzobispo de la ciudad, explica que esta mayor presencia de la Santa se justifica porque su conmemoración llena de gozo a la Iglesia. Debido a que la canonización de Narcisa no está dentro del Santoral (calendario católico de beatos y santos), su celebración a nivel mundial no es obligatoria, sin embargo, la mayoría lo recuerda con misas y peregrinaciones. Arregui dice que el 9 de diciembre es la fecha en que se festeja a la Santa en el país.Esto se debe a que, explica Roberto Pazmiño, párroco de la iglesia Corazón de Jesús, para la Iglesia lo importante es el dies natalis (el día de su muerte en la tierra y su nacimiento en el cielo), y aunque murió el 8 de diciembre se la puso en esa fecha, pues coincidía con la adoración a la Virgen Inmaculada. Quienes recibieron sus milagros la recuerdan hoy; al igual que los sacerdotes que destacan las virtudes de la Santa.
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